Homenaje conjunto de Jesús Yugo Quiñones y
Florentino Caballero a Javier Serna Avendaño

Dibujo de Jesús Yugo Quiñones,
texto de Florentino Caballero Santacruz

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De momento el común de los mortales vive a salvo de esta infame obra pictórica y sólo los círculos más cercanos al “artista” se ven sometidos al tormento ocasional de tener que contemplarla, cosa que hacen con heroica resignación y con un espíritu de sacrificio digno de mejor causa. Pero el mundo no puede vivir eternamente flotando entre ensoñaciones, quimeras y utopías. A veces es necesario conocer, asumir y afrontar la realidad por ingrata que sea. Tenéis que ver estas inicuas acuarelas, estos óleos ignominiosos, estos protervos dibujos para que toméis conciencia clara de lo que no se debe hacer bajo ningún pretexto.

Atabal.

EXPOSICIONES INDIVIDUALES:

Cero.

EXPOSICIONES COLECTIVAS:

Contando con la de la caseta de la mina, tres o cuatro (Hay que tener jeta)

CONCURSOS PREMIOS ETC...

Cero patatero.

No se facilita dirección ni teléfono de contacto porque la compra – venta de obra de este autor no será posible hasta que se establezca el ya mencionado I.V.S. (Impuesto sobre el Valor Sustraído)

Los que tenemos la suerte de gozar con tu amistad, sabemos de tu fina ironía, ese humor sutil que nos hace reír y pensar a la vez. Veo un gran acierto, en la exposición biográfica que de ti hace tu inseparable amigo Atabal. Lo he pasado realmente bien con la lectura, recordando aquella caseta de la mina en ruinas y otros acontecimientos de aquel lejano espacio-tiempo. Gracias a los dos.
No tengo la preparación ni los conocimientos suficientes para hacer crítica de arte, ni de casi nada. No obstante, al ofrecérseme la oportunidad de opinar a cerca de tu obra, no he querido dejar pasar la ocasión de hacerlo, aun corriendo el riesgo de herir tu profunda timidez. Si fuese así, espero sepas perdonar mi atrevimiento.
Voy a ello.
Se dice, que es fácil reconocer un buen cuadro o una obra de arte, solo hay que mirarlos y esperar que hablen. Debo confesaros que a mí no me vale dicha afirmación, pero claro yo no soy ni artista, ni crítico de arte. Para mí, un buen cuadro es aquel que nada más mirarlo arranca sentimientos desde lo más profundo del ser. Cuando en décimas de segundos, a golpe de vista, ese ser en potencia se convierte en ser de acto. Cuando un calido escalofrío recorre tu cuerpo como si una nota escrita en ese cuadro, hiciese resonar la melodía callada que todos llevamos dentro. Cuando los violines interiores, de repente, comienzan a interpretar la armónica sinfonía de la partitura expresada en el cuadro. Estos sentimientos, necesitan del arte, del arte con mayúsculas, ese arte que es el alimento del alma. Ese arte, que quizá Don Federico y su uña pedagógica, propiciaron en ti sin saberlo, al enviarte a la huerta a regar por unos cuantos días, y así no distraer tu mente creativa con la educación reglada y del espíritu nacional que el impartía.
Gracias por hacernos participes de tu obra pintada, en verso y en prosa.
Gracias a ti Quiñones, por que has tenido el poder suficiente de convicción para que esta página sea una realidad.
Amigo Florentino, con impuesto de valor sustraído o sin él, por favor, sigue devaluando lienzos y tableros, emborronando folios o infestando la red, pero nunca dejes de alimentar nuestras almas, por que si lo haces, solo nos quedará el amparo de matricularnos en Georgetown.

Igomo.