Ahora
tendremos que afrontar una senda estrecha y empinada pero claramente
marcada
por el tránsito y fácil de seguir.
Tras unos pocos metros de ascensión, dejaremos atrás el pinar y
nos adentraremos en unas pedregosas rampas que se abren paso entre la enmarañada
vegetación autóctona.
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