Partimos de “La
copa”, situada en el paraje denominado La Pedriza (Ver descripción
de la ruta a “La
Rendija”.
Al fondo de la explanada podemos ver dos ermitas, la más
grande está dedicada a la Virgen de la Cabeza. Desde aquí tomamos
el carrilillo que sale hacia el SO. Tras caminar unos 300 m.
Veremos una clara, amplia y pedregosa senda que
asciende prácticamente perpendicular a la cuerda. Subimos
por ella. El ascenso es relativamente duro pero corto, unos 650
m., Y, tras algún que otro descanso, alcanzaremos los lomos
cimeros del cerro.
Al avistar la cara sur, más bien sureste, encontraremos
una pista parcialmente asfaltada que tomaremos hacia la derecha
y que nos conducirá hasta una gran antena de telefonía
recientemente instalada.
Desde aquí sale una senda bien
marcada que se dirige hacia el SO descendiendo hasta un despejado
y bucólico prado alto donde podremos ver una especie de
alberca o aljibe que en ocasiones (pocas) está lleno de
agua.
Continuamos caminando en la misma dirección (hacia el antiguo
repetidor de televisión)
Pasados pocos metros llegaremos a una bifurcación. A nuestra
izquierda sale una senda que asciende hacia la cumbre del Navajo,
cota que habremos reconocido por la señal geodésica
que se levanta sobre ella. No vamos a tomar este desvío.
Continuamos rectos y cuado vemos que la senda se tuerce hacia la
izquierda orientándose ladera sur abajo, la abandonamos,
encaminándonos hacia la cumbre del Navajo entre los pedregales
que la sostienen por este lado donde podremos ver varios aljibes,
más altos y pequeños que el primero. El ascenso es
muy fácil.
Aquí podemos, entre otras cosas, descansar, leer las inscripciones
grabadas en el cemento de la señal geodésica o contemplar
la inmensa llanura manchega cuyos límites se pierden en
el horizonte meridional.
Cuando lo creamos conveniente iniciaremos
el descenso. Y lo haremos por una senda, perfectamente visible
que baja bruscamente serpenteando hasta unirse con la ya transitada,
en la bifurcación descrita
con anterioridad.
Cubrimos los escasos metros que nos separan del gran aljibe y
desde aquí tomamos la dirección norte por una senda
señalizada con marcas amarillas y blancas, Es la PR CR5.
Siguiendo su trazado descenderemos suavemente y, en la grata compaña
de la frondosa vegetación autóctona y en la contemplación
del hermoso valle olivarero llegaremos, de regreso, a "La Copa"
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