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Creo no equivocarme, al asegurar que de todos los acontecimientos ocurridos a lo largo de éste último cuarto de siglo transcurrido, El Rallye Montañero Alpino, ha sido y sigue siendo el principal pilar de unión del “Espíritu del Alpino” . La prueba deportiva en la que, casi con toda seguridad, han participado e incluso colaborado en su organización, todos los socios del Club, en todos los tiempos. El Rallye nació en las mentes de los fundadores del Alpino, al tiempo que nació la propia sociedad. Se perfiló su estructura durante los primeros meses de 1977 y pretendía ser la tarjeta de visita de nuestra particular forma de entender el montañismo. Inicialmente, la razón primera
fue la de convertir el Rallye en una jornada de examen para socios de
reciente ingreso, sobre todas las técnicas desarrolladas a lo largo
del último año; Recordareis que he comentado como se organizaban
sistemáticamente cursos y marchas de diversas especialidades dentro
del montañismo. |
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Ni que decir tiene, que era normal y asumido
por todos, aquella “nuestra diferencia”, en otras muchas cosas
con respecto al resto de sociedades deportivas de la época. El
propio nombre dado a la prueba, respondía más a una competición
automovilística que a una prueba montañera; tanto es así,
que el primer año, una de las inscripciones primeras que, por supuesto,
no aceptamos, fue la de una pareja de participantes que vinieron a inscribir
su coche de carreras, por ello decidimos incorporar la expresión
“Montañero”, en la inicial denominación Rallye
Alpino, y pasó a llamarse como hoy se la conoce “Rallye Montañero
Alpino” .
Sin saberlo, ni pretenderlo fuimos pioneros en España en un nuevo concepto de competición al que muchos años después se le dió diversos nombres para finalmente encasillarlos dentro de la expresión de “Multiaventura”, término que por supuesto nadie conocía entonces.
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No introducir jamás elementos extraños.
El Rallye debe seguir una ruta lógica para trasladarse desde un
punto a otro de la geografía, aunque el camino sea infernal, salvando
cualquier obstáculo: un río, una pared o un abismo. La actividad
debe ser constante a lo largo de toda la prueba, salvo el tiempo de descanso.
Y la lucha por la clasificación un trabajo en equipo, nunca de
forma individual. Y un Rallye jamás ha de suspenderse por causas
climatológicas adversas.
Cuando todo ello se logra conjugar en
un buen escenario, una buena organización que haga ameno el esfuerzo,
combinando el tiempo de exigencia física y un ambiente activo y
cordial, nos damos cuenta que reeditamos los mejores momentos que el Alpinismo
tradicional entraña: A lo largo de las 24 ediciones transcurridas, un hombre del Alpino ha sido el referente; muchas veces organizador, Coordinador, Director o como queramos llamarle, pero resulta indudable que ese espíritu que el Rallye desprende, ha tenido a lo largo del tiempo un singular guardián en la persona de Miguel Verdú, hoy indiscutible “Alma Mater” de esta prueba, en la que, naturalmente en esta próxima 25 edición, es también su Director. Desde el primero hasta el último,
los Rallyes han contado con continuas innovaciones y renovados sistemas
de clasificación buscando una mayor objetividad en la rivalidad
entre montañeros y escaladores, montañeros técnicos
y andarines, gentes rápidas y regulares. El secreto es siempre
la media, el final aceptado: El Montañero Completo. |
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Más de 2300 inscripciones.
en las 24 ediciones anteriores, 75 sociedades distintas y 24 equipos ganadores,
son el respaldo de esta genuina prueba que no tiene parangón en
todo el territorio Nacional y es pionera en su especialidad.
También a lo largo del tiempo, algunas sociedades montañeras han intentado la realización de pruebas de similares características sin continuidad, y en algún que otro caso, incluso no llegó a finalizar la misma prueba, lo cual puede dar una muestra de la complejidad operativa del Rallye. |
![]() Equipo ganador del Rallye de 1994. Mixto: Grupo Scout Agazos y CAE. Carlos Cirugeda - Agazos y José L. Martínez y Juan C. Olivares del CAE. Archivo CAE |
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La 25 edición del Rallye Montañero
Alpino, retorna al origen de los Rasos de Catí como lugar de concentración
para el Campamento Vivac, recordando que fue en este mismo lugar, donde
se celebró el primer campamento del Club Alpino Eldense, recién
fundado. |
![]() Los Rasos de Catí, zona de Campamento-Vivac del 25 Rallye Alpino. Archivo Serrano |
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![]() Cartel de la Semana Cultural celebrada con motivo del 25 aniversario del Culb Alpino Eldense |
25 años son muchos. En la sociedad
española y en el Montañismo, se han producido cambios sustanciales
a los que el Club Alpino ha sabido adaptarse sin perder su esencia primera
y natural.
El Alpino nació de un Grupo de Escalada con vocación de Alpinistas, y la escalada sigue siendo hoy la actividad mayoritaria de todos sus socios; lo mismo que el Alpinismo continúa siendo su máxima aspiración. Hemos resistido a muchas modas deportivas en la Comunidad montañera. Novedosas actividades con tentadoras posibilidades de crecimiento social y a la postre económico; y cito algunas a las que voluntariamente hemos rechazado, como son, el Esquí de Pista, Parapente, Mountain Bike, Carreras de Montaña o incluso rehabilitación de senderos de diverso recorrido, que tan pingües beneficios reportan a los avispados montañeros, con la consiguiente aportación económica que supone una masa de deportistas adultos con un mayor poder adquisitivo. Nunca se puede asegurar que el futuro
no depare al Alpino este tipo de caminos, pues las personas cambian, pero
lo que ya es un hecho, ha sido este cuarto de siglo recorrido con el mismo
“Espíritu” . “El espíritu del Alpino”. |
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No es fácil, pero
que nadie piense que el Alpino se asienta sobre precarias bases ideológicas
o arcaicas teorías; nada más lejos de la realidad, hoy el
Alpino se asienta sobre un robusto Trípode que sustenta toda su
actividad deportiva y social:
Los diversos Cursos de formación perfectamente consolidados constituyen la base social desde la que arranca una de las patas del mencionado trípode sobre el que se asienta toda la ideología del Club: “La Aventura”.
Las tres patas de ese trípode, se sujetan firmemente
por una sólida cabeza que combina esfuerzos y une voluntades en
un entorno social netamente deportivo. Y pura y exclusivamente montañero;
atadura moral, ética y deportiva de total y absoluta sencillez
y naturalidad. |
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Si me preguntáis donde esta el secreto, no me andaré por las ramas para deciros dos cosas:
Y un equipo de gente
A lo largo de este relato de hechos que ya termino y que ha sido necesariamente largo a pesar de haberme ceñido a puntuales y extraordinarios acontecimientos deportivos y sociales, espero que hayáis podido adivinar, el esfuerzo, la ilusión, el sacrificio a veces extraordinario, Los enfados y cabreos, Las tensiones sociales, La voluntad sin límites, La sinceridad, El Compañerismo, La alegría, La motivación... Sensaciones todas que están implícitas en el ser humano y que el montañismo es capaz de aflorar como ningún otro deporte. La suma de todas estas sensaciones es para mí, el Alpino. Un sueño de Juventud que prevalece incorrupto a pesar del tiempo. El sueño de unos eldenses, hombres y mujeres a los que un día tuve el honor de unirme en cordada. Cierro estos apuntes y os emplazo aquí
mismo dentro de otros 25 años, pues asevero, que lo logrado es
ya historia, pero seguir, en la misma línea, es desde este mismo
momento “el reto”. |
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Finalizada
la Proyección
Se entregaron copias de este texto a: Club Alpino Eldense |